Clínica de ortodoncia en Madrid

La aplicación de los tratamientos con ortodoncia se realiza, en muchas ocasiones, durante la infancia. ¿Te has preguntado alguna vez por qué? Muy sencillo, porque se trata del momento en el que se desarrolla la mandíbula y dentición del menor. En estos casos, hablamos de los aparatos de ortodoncia interceptiva.

El nombre que se le ha asignado a este proceso viene de su propia naturaleza, ya que el objetivo es “interceptar” el crecimiento maxilofacial. De esta manera, los profesionales médicos podrán adelantarse a las posibles dificultades en la mordida y en la oclusión que se desarrollarían al terminar la fase de crecimiento.

La también conocida como ortodoncia funcional evita que los problemas que se podrían desarrollar durante la adolescencia tengan lugar, o bien limita sustancialmente su alcance. En consecuencia, las patologías orales y maxilares del paciente cuando sea adulto serán mucho más fáciles de paliar.

En caso de no aplicar este tipo de tratamientos a tiempo, la rectificación de los desvíos y demás problemas esqueléticos cuando el paciente ya es mayor es mucho más engorrosa. Esto se debe a que llega un punto en el que la anatomía se ha desarrollado por completo y resulta más complejo adaptarla y modificarla. De hecho, en los casos más graves incluso será necesaria la visita a un cirujano maxilofacial.

El tratamiento interceptivo suele aplicarse tras la erupción de los incisivos superiores e inferiores definitivos. En la mayoría de los niños esto sucede sobre los 7 años. Esto no quiere decir que posteriormente el paciente no necesite brackets, cuando haya perdido todos los dientes de leche.

No obstante, este tratamiento será mucho más sencillo. Y es que al aplicar uno previo para corregir deformaciones durante el desarrollo, esto simplificará el trabajo de los profesionales. Y además reducirá en gran medida el tiempo que requiere el proceso para resultar efectivo.

Una ortodoncia es un tratamiento dental mediante el cual se corrige la posición individual o en bloque de uno o un conjunto de dientes. Con esto se consigue poder presumir de una sonrisa perfecta, una buena oclusión y una excelente mordida. Por lo tanto, podemos decir que sus beneficios son tanto estéticos como funcionales.

Sin embargo, sabemos que, a la hora de someterse a una ortodoncia, los usuarios suelen tener muchas dudas al respecto. Aquí queremos dar respuesta a las preguntas más habituales en torno a este tratamiento dental.

¿Necesito una ortodoncia?

Esto es algo que solo puede determinar un especialista. Sin embargo, es fácil identificar si tienes un problema en tu boca relacionado con la posición de tus dientes. Por lo general, suele decirse que todas las personas que tienen algún problema de mordida, siempre que no sea acarreado por la pérdida de una pieza dental, deben someterse a una ortodoncia. Hablamos, por ejemplo, del apiñamiento dental, que es un problema que puede reconocerse fácilmente a simple vista.

En casos más complejos, será el ortodoncista el que, mediante la realización de radiografías y moldes de escayola de la dentadura del paciente, determine la pertinencia o no del tratamiento.

Tipos de ortodoncias

En primer lugar, hay que hablar de las ortodoncias interceptivas, que son aquellas destinadas a evitar o corregir los malos hábitos adquiridos y que pueden conllevar un crecimiento anormal de los maxilares con el consiguiente riesgo de apiñamiento. Este tratamiento suele denominarse ortodoncia infantil ya que se aplica mayoritariamente sobre niños a los que le acaban de salir los dientes permanentes o que combinan estos con los de leche.

Sin embargo, lo que mayoritariamente entendemos por ortodoncia hace referencia a los tipos de tratamientos correctivos, es decir, a aquellos que se aplican para corregir los problemas dentales de personas que presentan maloclusión consolidada. En este sentido, podemos distinguir 3 subtipos:

• Ortodoncia funcional: se aplica durante el período en el que un niño combina dientes permanentes con dientes de leche. Está basado en el uso de aparatos removibles, es decir, que se quitan y se ponen en momentos puntuales como, por ejemplo, la noche, y que se ocupan de corregir la posición de la mandíbula.
• Ortodoncia removible: consiste en la colocación de unas férulas correctoras durante el máximo tiempo posible a lo largo del día y que ser pueden retirar para comer o realizar la limpieza de los dientes. Inicialmetne empezó utilizándose en casos de apiñamiento leve, sin embargo, el tratamiento se ha ido perfecccionando hasta poder tratar los casos más complejos. El tratamiento más habitual de ortodoncia removible es la ortodoncia invisible
• Ortodoncia fija: Se basa en la colocación de bandas y brackets sobre los dientes, los cuales ejercen una determinada fuerza sobre ellos para propiciar que se ubiquen en la posición adecuada. Este es el tratamiento tradicionalmente más habitual para personas de todas las edades con problemas de maloclusión graves, pero en la actualidad, en los jóvenes y adultos se está imponiendo el tratamienton de ortodoncia invisible.
• Principales tipos de ortodoncias fijas

Ahora bien, no todas las ortodoncias fijas, aunque posean el mismo objetivo y estén pensadas para idénticos problemas, son iguales. Estas varían en función de los brackets utilizados.

Los brackets son unas pequeñas piezas que se adhieren a la superficie del diente y que distribuyen del modo adecuado para cada persona la tensión generada por los arcos que suponen su base. De este modo, es posible conseguir el desplazamiento deseado y que las piezas se alineen. Existen los siguientes tipos de brackets:

• Brackets metálicos: Tradicionalmente los más habituales y económicos. Están fabricados en acero inoxidable y también son los menos estéticos. Necesitan de gomas o ligaduras para ajustar la oclusión.
• Brackets linguales : Se denominan así porque se colocan en la cara interna del diente, de modo que no son perceptibles al sonreír. Son más caros ya que se fabrican a medida para cada paciente.
• Brackets estéticos: reciben este nombre los brackets transparentes fabricados en zafiro o los brackets de porcelana que imitan el color del diente. Se trata de materiales biocompatibles que se adaptan mejor a la coloración del diente y que disimulan su presencia muy eficazmente.
• Brackets autoligables: disponen de una serie de pestañas y cierres que permiten eliminar las gomas y ligaduras de sujeción. Esto facilita la limpieza, reduce los tiempos del tratamiento y aporta una mejor estética.

Depende del caso. Por lo general, los problemas leves se pueden corregir en un plazo de entre 6 y 8 meses, mientras que los más graves llegan a requerir hasta 3 años. También depende del tipo de ortodoncia elegido.

Hay otros factores que influyen ostensiblemente sobre la duración del tratamiento:

• El momento en el que da inicio el tratamiento: cuanto antes se diagnostique el problema y se empiece a tratar, mejor. Estos problemas dentales que son corregidos por las ortodoncias suelen agravarse con el paso del tiempo.
• Colaboración del paciente: este debe adoptar plenamente las recomendaciones del ortodoncista. Hablamos, por ejemplo, de seguir unos correctos hábitos de higiene dental, de limpiar adecuadamente los brackets y demás componentes y del adecuado y continuado uso de los aparatos extraorales.
• El problema en sí mismo: cuánto más grave sea, más tiempo durará el tratamiento.

Al comenzar un tratamiento de ortodoncia con brackets, es normal tener algunas preocupaciones sobre el dolor. Aquí tienes algunas respuestas a tus preguntas:

• La primera colocación de los brackets en sí misma no debería ser dolorosa. Sin embargo, es posible que sientas molestias por tener la boca abierta durante el procedimiento. Las clínicas dentales suelen utilizar dispositivos abrebocas para reducir estas molestias y hacer que te sientas más cómodo.

• Después de la colocación de los brackets, es posible que experimentes algunas molestias. Esto puede deberse a la rozadura de los brackets en la mucosa labial, lo que puede causar pequeñas llagas. También puedes sentir molestias debido al movimiento de los dientes cuando se realizan revisiones y ajustes de los brackets.

• En cuanto a la alimentación, es probable que necesites hacer algunos ajustes en tu dieta. Al principio, puedes sentir molestias al masticar alimentos duros o pegajosos. Es posible que tu ortodoncista te recomiende evitar ciertos alimentos que podrían dañar los brackets o hacer que te sientas incómodo. Sin embargo, en general, deberías poder comer la mayoría de los alimentos sin problemas.

• En cuanto a la duración del dolor inicial, esto puede variar de persona a persona. Por lo general, las molestias iniciales pueden durar unos días o hasta una semana, mientras que el dolor después de las revisiones y ajustes de los brackets puede durar uno o dos días. Es importante tener en cuenta que el dolor tiende a disminuir con el tiempo a medida que te acostumbras al tratamiento y los dientes se ajustan.

Recuerda que es fundamental comunicar cualquier dolor o molestia inusual a tu ortodoncista, para que puedan brindarte el apoyo necesario y realizar ajustes si es necesario. Cada persona puede experimentar el tratamiento de ortodoncia de manera diferente, pero en la mayoría de los casos, el dolor inicial es manejable y los beneficios a largo plazo superan las molestias temporales.

La higiene dental es fundamental para el cuidado de los brackets. Se recomienda cepillarse después de cada comida durante al menos tres minutos, utilizando un cepillo de dientes suave y flexible. También se puede utilizar hilo dental y enjuague bucal. Es importante reemplazar el cepillo cada tres meses. Si es necesario, se pueden usar cepillos interdentales. Mantener una buena higiene dental previene la inflamación de encías y la encapsulación de los brackets.

Como Limpiar los brakets:

• Inclina el cepillo dental a un ángulo de 45 grados y asegúrate de limpiar bien la zona entre el bracket y la encía.
• Utiliza un cepillo especial para brackets con cerdas suaves y reemplázalo con mayor frecuencia debido al desgaste.
• Considera el uso de cepillos eléctricos con cabezales especiales para personas con brackets.
• Limpia cuidadosamente alrededor de los brackets y las bandas después de cada comida para evitar la acumulación de restos de comida y bacterias.
• Una limpieza inadecuada puede causar mal aliento, enfermedades bucodentales y manchas en los brackets.

Que cepillo de dientes debo utilizar:

El uso de cepillos eléctricos recargables con tecnología oscilante es una buena opción para pacientes con ortodoncia. Estos cepillos suelen tener cabezales específicos diseñados para adaptarse a la forma de los brackets.

Además, es beneficioso que el cepillo eléctrico cuente con un sensor de presión. Esto ayuda a evitar ejercer demasiada fuerza durante el cepillado, lo cual puede causar la caída o desprendimiento de los brackets.

El cepillado con un cepillo eléctrico para ortodoncia puede ser una solución efectiva y segura, ya que proporciona una limpieza más precisa y controlada, minimizando los riesgos de dañar los brackets o las estructuras bucales circundantes. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones de uso y las recomendaciones de tu ortodoncista para asegurar una correcta higiene bucal durante el tratamiento.

La pasta de dientes adecuada:

Cuando se trata de elegir una pasta dental para personas con ortodoncia, es importante considerar las posibles condiciones dentales asociadas al tratamiento. Estas pueden incluir mal aliento debido a restos de alimentos, gingivitis, sensibilidad dental, acumulación de sarro y manchas debido a la dificultad de limpiar debajo de los aparatos ortodónticos, entre otros.

Para abordar estas cuestiones, se recomienda utilizar una pasta dental que esté formulada específicamente para atender estas necesidades. Se aconseja buscar dentífricos que contengan agentes bacteriostáticos, como el estaño, que ayuden a controlar el crecimiento de bacterias en la boca.