Dolor, hormigueo, molestias al comer o cuando bebes líquido. ¿Te suenan algunos de estos síntomas? Si abres la boca y ves unas manchas de color blanco con bordes rojizos seguramente que se trata de alguna llaga. Se conocen también como aftas bucales y, aunque suelen ser pequeñas úlceras, son muy molestas y aparecen más a menudo de lo que se cree. Porque seguro que alguna vez han aparecido llagas en vuestra boca os proponemos en este post averiguar por qué aparecen estas pequeñas heridas y cómo se pueden curar.
¿Qué son las llagas bucales?
Las llagas o aftas son un tipo de úlceras que se originan normalmente en la boca; ya sea en la lengua, labios, encías, interior de las mejillas o incluso en el paladar. Es una afección bastante habitual. Los especialistas calculan que alrededor del 20-30% de la población han tenido aftas de repetición a lo largo de su vida.
Si eres de los que no han tenido nunca llagas, no te será difícil identificarlas. Son unas pequeñas heridas de color blanquecino o amarillento bastante molestas. A veces, puedes sentir una sensación de ardor u hormigueo en la zona hasta que aparece un bultito rojo, que acabará en herida abierta. Puede surgir una sola llaga o un conjunto numeroso en la misma zona de la boca.
Puede ocurrir que se confundan las llagas con el herpes labial, pero son infecciones diferentes. Si bien las primeras no son contagiosas, las conocidas como calenturas sí lo son por tratarse de un virus.
Qué tipos de aftas existen
Las aftas o llagas se pueden diferenciar por el tipo de lesión que cause, ya sean, agudas, crónicas o de repetición. Estas últimas son las que más se dan entre los adolescentes y en la edad adulta. Con el paso de los años, es una afección más difícil de padecerla. Además, por su morfología los especialistas las clasifican en tres tipos de úlceras bucales:
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- Aftas menores. Este tipo de úlceras tienen un tamaño de 5 mm, salen de una en una y en menos de 10 días desaparecen sin dejar cicatriz.
- Aftas mayores. Cuando aparecen una o más úlceras bucales con un tamaño de 1 a 3 mm, que duran varias semanas y pueden dejar cicatriz.
- Aftas herpetiformes. Aparecen en grupos numerosos de pequeñas úlceras, de hasta 3 mm y duran más de una semana, pudiendo dejar alguna marca.
Por qué salen llagas en la boca. Causas y motivos
No es fácil saber el origen exacto de estas pequeñas úlceras que salen tanto a adultos como a los bebés. Pero, de forma generalizada, se puede afirmar que se deben a distintos problemas de salud. Si bien es cierto que hay personas que, por cuestiones genéticas, tienen una mayor predisposición a padecer estas lesiones, sus causas son muy diversas. Vamos a analizar algunos de los motivos más habituales de estas aftas bucales.
Por bajada de defensas
Cuando nos bajan las defensas pueden aparecer otras enfermedades de tipo infeccioso o vírico como herpes, gripe o amigdalitis. Como consecuencia de ello, aparece fiebre o dolor en la garganta. Es importante averiguar entonces que esos síntomas no se deben a la propia úlcera bucal.
Sistema inmunológico débil
Es otra de las causas que pueden provocar llagas o aftas bucales. Un sistema inmunológico debilitado puede tener su origen en casos de recuperación tras una operación quirúrgica. El período postoperatorio influye en la aparición de estas úlceras.
Enfermedades autoinmunes
Por ejemplo, el lupus o el pénfigo, son enfermedades autoinmunes en las que los anticuerpos atacan a células sanas que hay en la boca, causando llagas o aftas.
Dieta alimentaria deficitaria
La falta de vitaminas B, C, B12, ácido fólico o de otros minerales en nuestra dieta alimentaria puede llevar a la aparición de úlceras, además de otros problemas de salud en general. Desde nuestra clínica, os recomendamos seguir una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales para evitar enfermedades bucodentales.
Por ortodoncia o prótesis dentales
Debido al roce de algunos aparatos utilizados en tratamientos odontológicos, en ocasiones, provocan la aparición de estas llagas o úlceras en la boca. Por ejemplo, el uso de brackets, al sobresalir algún arco o gancho y clavarse en alguna zona de la boca. Consulta a tu dentista cómo prevenir posibles aftas si vas a llevar una prótesis dental.
Por lesiones, traumatismos o mordeduras
¿Quién no se ha mordido alguna vez el labio, la lengua o el interior de las mejillas? Es una de las mayores causas de la formación de llagas en la boca. Además, cuidado con los cepillos dentales de cerdas muy fuertes que pueden provocar por el roce, pequeñas heridas.
Por estrés
Son mucha las causas que pueden provocar estrés en una persona: estudios, exámenes, trabajo…El nerviosismo, la ansiedad o las tensiones son los mejores aliados de estas úlceras bucales.
Por cambios hormonales
Está comprobado que las aftas bucales afectan al doble de mujeres que de hombres. Se piensa que es por cuestiones hormonales, por eso, no es raro que aparezcan el algún momento del ciclo menstrual.
Por fármacos o alergias
Algunos medicamentos pueden influir en la activación de estas aftas bucales tan incómodas. Además, si padeces hipersensibilidad a algunos alimentos como frutos secos, chocolates o frutas es fácil que aparezcan llagas.
Cómo curar las llagas bucales
Aunque son muy molestas e incómodas, es importante saber que las aftas o llagas bucales desaparecen por sí solas con el tiempo, y no es necesario un tratamiento especial para combatirlas.
La curación de estas úlceras pasa por una regeneración del tejido dañado hasta que cicatriza en su totalidad. Lo que sí hay son productos específicos para aliviar el dolor y la inflamación. En las farmacias venden pomadas o cremas que actúan formando una película protectora en la zona afectada para evitar los roces y contactos, así como anestésicos locales o antiinflamatorios. Recuerda que estos fármacos debe recetarlos exclusivamente tu odontólogo.
Para terminar, unos consejos para hacer más llevadero la duración de estas incómodas llagas bucales:
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- Evita comer alimentos ácidos, cítricos, muy calientes o picantes que pueden aumentar notablemente las molestias.
- Consumir alimentos blandos y mantener una dieta equilibrada.
- Buena higiene bucodental.
- Intenta evitar pasar la lengua por la zona afectada
- Y lo mismo, con el contacto de los dientes.
- Usa cepillos dentales suaves
- Visita a tu dentista ante cualquier molestia bucodental. Una buena exploración y diagnóstico evitará males mayores.